Nervios de acero para aguantar,
armado con una corbata y un saco,
hoy tendremos un pequeño altar,
dentro de horas estaré casado.

Es algo sencillo para los dos,
pero con mucho significado,
que vengan solos o acompañados,
es una opción pero no un mandado.

Yo llego por mi cuenta,
tu llegas por la tuya,
con tu vestido de princesa.

Están todos ya presentes,
y solo esperamos la función,
somos los principales creyentes,
de esto que hace tres años comenzó.

Mientras me dices cuanto me amas,
mientras sostengo tus manos,
siendo que arde en mi la llama,
de este permanente amor.

Estaré contigo siempre,
aunque esto no se vuelva a repetir,
con mariposas en el vientre,
“Acepto” podemos decir.