Las pinturas de la catedral,
me llaman para cobrar vida,
antes solo las habria de imaginar,
hoy veo como los cuadros dorados brillan,
Una virgen morena,
otra virgen casi rubia,
pintenla como sea,
madre solo hay una.
La casa de Dios es grande,
todos somos pequeñitos,
perdidos en los pasillos,
en esparcidos enjambres.
Descubre mi animalidad,
corazon de leon,
salvaje de verdad,
una manada de pasion.
Impaciente como un bisonte,
rapido como una gacela,
como un cisne elegante,
camiflajeado como una zebra.
La miel tu eres,
yo soy como un oso,
no corras como liebre,
como leopardo te alcanzo.
Cautela de venado cola blanca,
alerta de buho en una rama,
soy un ganso, tu mi gansa,
nademos en la laguna, di que me amas.
Entre a la basilica,
con mi madre y su madre,
a la casa de la virgen unica.
Hace tanto tiempo,
no nos veiamos madre,
desde la basilica de San Pedro,
en roma te contemplase.
He estado lejos de casa,
pero no de tu corazon,
falta siempre me haces,
aboga por mi salvacion.
No solo te haz aparecido,
unicamente tres veces,
tus mensajes son recibidos,
para que hagamos las paces.
Miles de luces,
hasta donde alcances a ver,
velamos por las nubes,
del cielo descender.
Viaje en taxi al hotel,
el conductor trata de decirme que hacer,
lo convierto en mi guia de turistas,
para lo que yo quiera me diga.
Sali a buscar de cenar,
en las calles rastros de lluvia,
percibo mucha humedad.
No puedo dormir,
mis ojos estan cansados,
y no dejan de reñir,
mis pensamientos agitados.
Mañana vere nuestra Virgen Madre,
quien me entrego una revelacion,
en ella mi esperansa lo sabe.
En la radio en mis audifonos,
escucho Nelly Furtado,
estoy aqui, pero estamos los dos,
aqui te tengo a mi lado.
Apresuro el paso para no quedarse atras,
sus ropas negras se confundian en la noche,
solo un par de horas, solo un par para llegar.
Los lobos en jauria la seguian a la distancia,
los buhos torcian sus cuellos para verla pasar,
su mano descansaba en la daga traida de Asia,
caeria peleando si su final habria de encontrar.
“Vuelve por la senda del bosque”,
la voz de su amado resono en su cabeza,
llego a una orilla del rio, encontro un entronque,
que camino tomar? decision que pesa.
Los arboles todos parecidos y retorcidos,
parecian burlarse de su determinacion,
estiraban sus ramas para tocarle tus vestidos,
y ella se encogia sin ninguna razon.
Siguio el camino del rio hasta el alba,
cuando las creaturas despertaron,
los lobos durmieron y dejaron la caza.
Llego hasta la cascada y vio al pie de ella,
un hombre que con interes la miraba,
no podia rostro por sus ropas negras,
solo vio una espada que aquel empuñaba.
El temor de apodero de ella,
empezo a correr hacia el bosque,
a perderse por alguna senda.
El extraño uso su fuerza inhumana,
para en unos instantes llegar a la cima,
y divisarla desde la cascada.
Sus sentidos afilados como depredador,
siguio su olor hasta dar con su presa.
Fingio no saber donde estaba,
mientras ella tamblaba tras un arbol,
le dio un momento des esperanza,
luego la tomo por los brazos a su lado.
Sus ojos sienciosamente pidieron auxilio,
mientras que el cabello negro le tapaba la cara,
“Lo he visto, mañana mismo no estaras vivo”,
los ojos de su atacante brillaron por la profecia entregada.
“Que suerte la mia”,
en este mundo perdido,
encontre una adivina.