Yo revolucionario alborotador,
parado en la cuna de la independencia,
un poyuelo jugando a ser gorrion,
tomando del padre la escencia.
Percibo en sus letras las mias,
hombre de disciplina irradia dureza,
peleo hasta que sus manos quedaron frias,
y por la oposicion cayera su cabeza.
La cabeza del aquila señala libertad,
pero no hemos defendido nuestra madre en cadenas,
que llora rios de sangre que bañan la ciudad,
siente que no la hemos querido, arde su piel morena.
18 de Marzo del 2010