El dolor es parte del viaje,
parte del camino de un hombre,
el necesitar alcohol y vendaje,
al buscar un nuevo horizonte.
El ardor en la piel es un aliado,
para confirmar que la vida es bella,
que hay momentos de logro anhelado,
logrados con tenacidad y paciencia.
El sudor en la frente,
el fruto del andar,
de vivir como valiente,
y nunca el paso aflojar.