Parsimonia de la madrugada,
monumento al agua,
estrella de la mañana,
leche de soya azucarada.
Te ausentas gaviota de mi cielo,
enrozcando los hilos de mi alma,
como derrotas por escalpelo,
vienes, llegas, besas y me calmas.
Esfinge protectora de serafines,
enforzando las reglas de la casa,
con las misma suavidad de delfines.