Hace tres años te vi por primera vez,
el yo que tu nunca conociste murió ese día,
por que siempre haz conocido un yo que muere por saber,
si me amas, donde estas, que haces y que dirías.
El tiempo va corriendo,
y nos lleva en brazos,
nuestro fuego prendiendo,
vivos en nuestras brasas.
Tomame como un café,
cuando sientas frio,
yo te he amado y te esperare,
si vuelves conmigo.
Estoy en la mesa de la sala. No podia dormir corazon. Siento que tengo tantas cosas que contarte pero haz de estar molesto por que te he dejado por el lado. Pero no es cierto. Estoy aqui y pienso en ti.
Hace rato que tenia antojo de un cafe pero no me habia hecho uno. Asi que me hice uno ahorita, con cafeina, con leche de soya.
Esto que te digo mantenlo en secreto, no le he dicho a ninguno de mis amigos. Este fin de semana fuimos a ver los salones de fiestas para nuestra boda. Trate de hacer un esfuerzo y proyectar en una imagen mas viva cual ha sido mi vision a la hora de casarme. Me entere que tenia una idea de la iglesia pero una muy borrosa acerca del salon. Cuando entre al salon que gano la competencia, me di cuenta que habia entrado a una version mas pequeña de la capilla Sistina. Eso resono a mis adentros, eso es lo que queria. Algo que dijera “Somos un matrimonio culto, internacional y prodigioso”. Me gustan las estatuas, tengo una estatua en mi perfil de Facebook como cubierta. Me gusta lo que representan. Belleza esculpida que durara cientos de años. Asi deberia de ser nuestra union. Esculpida, bella y firme.
Yo se que piensas que solo estoy ahi sentado siendo movido por las olas de los planes, pero en realidad estoy preocupado maquinando como asegurar que todo salga bien.
Todo tiene que ser perfecto.
Me gusta que te veas tan mexicana,
con tu risa tus aretes,
con tu ceja despreocupada.
Salones y mesas,
luces y fiestas,
luces y barras,
vasos y jarras.
Recepciones y piso de baile,
estacionamiento y un sastre,
pantalla de proyección,
latidos de la emoción.
Negro y blanco,
no somos tan diferentes,
como nos han pintado.
Te pones nerviosa,
te pones a temblar
pondré buena música,
para poderte relajar.
Tu toque mágico,
morena de ensueño,
el amor básico,
es el de tu cuerpo.
Somos para el otro,
eres de mi y yo de ti,
mi chica de oro.