Te regreso la cadena,
de donde cuelga tu cruz,
siempre que la llevas,
me enamoras tu.
Tan hermosa de blanco,
hoy me casaría contigo,
asaltaría uno o dos bancos,
y te compraría tu vestido.
Vi las cosas de la casa,
en donde cocinaremos,
donde nos sentaremos.
Escuchemos la música brava,
que nos canta en vivo aquí,
quédate conmigo acostada,
de aquí hasta el fin.