Domingo de limpieza,
regresa la patrona,
y en acomodar piensa.
Lavar la ropa,
acomodar la sala,
la casa estaba sola,
y la tierra la arrasa.
Mama no llama,
no sé donde esta,
mientras voy con papa,
que acaba de regresar.
Herencia del abuelo,
cosas de hombres,
que nosotros entenderemos.
Un reloj de lujo,
unos rastrillos nuevos,
son cosas que tuvo,
y ahora usaremos.
No éramos tan diferentes,
el ya se fue muy lejos para siempre,
pero se queda en notros,
en nuestros corazones y mentes.