No sé qué haría sin tu apoyo,
sin tus manos en mi sien,
porque fluyes por mí como arroyo.
Dándome vida y dándome color,
alentándome a otro día mas,
con el espíritu del Señor.
No sé qué haría sin tu apoyo,
sin tus manos en mi sien,
porque fluyes por mí como arroyo.
Dándome vida y dándome color,
alentándome a otro día mas,
con el espíritu del Señor.