Te ruego que me encuentres entre la nada,
que me despojes de la tierra,
que mis ojos pesadamente tapa.
Pule mis rodillas que tienen piedras,
enjuaga mi espalda que tiene plantas,
y lava mis pies que tienen espinas.
Plántame de nuevo en otro sedimento,
que me haga renacer de nuevo,
para ver otra luz, otro renacimiento.
Por que me apague, me queme,
caí con los escombros,
y no encuentro mi nombre, mi piel,
ni mi cabeza y mis hombros.