Nuestro mes treinta y tres,
nadie entiende por que contamos,
en vez de esperar solo cada año.
El amor aprendan, se renueva,
se recuerda, cuando hay memoria,
se rellena, como agua de cántaro.
Una cena solo tu y yo,
te he robado de un “No”,
lo torcí hasta hacerlo un “Si”
hoy solo un momento, eres para mi.
Cuando hablamos de nosotros,
nadie pierde ni gana,
crecemos los dos.