Cuando tienes problemas con todos,
es probable que la del problema seas tú,
aunque chilles, patalees y te enojes.
Forzar tu camino a la felicidad,
con alguien que se resiste,
es luchar contra su voluntad,
es raro si llega a cumplirse.
Embargas a todos con tus problemas,
sin preguntar antes como están,
haber si los invitados a tu boda llegan,
si es que te llegas a casar.