Fábula

Entre una fábula y otra,
mi caperucita puedes ser,
el lobo feroz no demora,
con sus ojos te puede ver.

Con miel soborné a tres osos,
para que me prestaran su casa,
adorné las ventanas con rojos,
y prendí las velas a tu llegada.

Para el postre una casa de dulce,
que pensarás en comerla toda,
pero te cocinaré como me guste,
tu serás el postre que coma.

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