El morado sobre tu piel,
soy esclavo de tu ser,
preso de tu blusa,
de ti mi única musa.
Con besos me apasionas,
con miradas me deleitas,
con tus manos me confortas,
con toda tu belleza.
Un corazón de plata,
que sello nuestro amor,
nuestro momento de gala.
Me tientas un beso,
y te vas de aquí,
yo se que regreso.
P: Ven por mí.