Asi como cierran sus ojos los ciclopes miticos que golpean en la puerta. Asi los que creen que saben se encontraran inhospitamente presos de sus decisiones. Asi como las plantas que deciden sacar sus raices del suelo se marchitan, asi moriran lentamente los que desafien la mano invisible del sistema.
Este mundo es de Dios y solo de el. Aunque uno diga “Esta piedra es mia” en el ultimo momento de la humanidad el Señor no reconocera contratos ni letras. No sabra de conceptos inventados por el hombre mas que los actos de despojo y pecado que se cometieron con ellos.