Caminar por las calles de esta ciudad,
estar en contacto con su gente y naturaleza,
si algún día quiero hacer un millar,
tengo que entender su simpleza.
Me paseo por sus puestos y establecimientos,
cuantos habrán pasado y dejado juramentos,
por sus pasillos y banquetas desoladas,
y donde solo hay piedras sueltas e inquietas.