Desperté con preguntas en la cabeza,
todavía me amas?
Yo estaba ahí, tu mente donde estaba?
Por que me escribes tanto y cuando me tienes cerca,
no dices nada ni expresas tu alma.
Hoy lave todos los trastes,
limpie el cuarto,
seque los trastes,
y unas lagrimas de cuarzo.
Tal vez extraño estar contigo a solas,
sin mas personas que interrumpan,
antes de la próxima boda.
Dime que cuando nos casemos,
te importara menos quien te ve bailar,
y jugaras mas cuando improvisemos.
Me siento solo como minero,
abajo en esta cueva oscura,
sudor frio en mis manos de fierro,
lidocaina, tranquilidad pura.
“Eso necesito para subsistir,
de todo lo demás,
yo puedo prescindir”