Dobleces de tu falda que un día,
habré de contemplar en Holanda,
con verdes praderas y tulipanes,
tus flores favoritas.
Una brisa de las montañas,
nos abrazara gentilmente,
cuando suspires y calles,
y yo te bese en la frente.
Dobleces de tu falda que un día,
habré de contemplar en Holanda,
con verdes praderas y tulipanes,
tus flores favoritas.
Una brisa de las montañas,
nos abrazara gentilmente,
cuando suspires y calles,
y yo te bese en la frente.