Ponle un poco de agua a mi vaso,
fantasma del vacío y el eco,
hablenme paredes, háganme caso,
de mis manos ustedes se han hecho.
Soy orgulloso creador de la soledad,
soldado austero de un sembrador,
que paso de aquí a allá a la cristiandad.
Cada minuto que pasa esta mas llena,
o me acostumbro mas a la casa,
a estar aquí, que nadie venga,
solo escuchar y no decir nada.