Se llamaba Ruben Guerrero,
y un guerrero lo era,
fue su familia lo primero,
por ella hizo lo que fuera.
Al principio rechazado por sus suegros,
regreso donde estaba por tu abuela,
se robo a la hija de “Mica” y el “Negro”,
regresaron hasta que amaneciera.
Después de haberse casado,
tuvo que sobrellevar la tragedia,
dejando atrás el pasado.
De un lado a otro de la frontera,
trabajo y vivió para subsistir,
trabajado primero la madera,
después horas y horas de conducir.
De donde fueron dos,
hubo ahora mas tres,
una fuerte unión.
Una casa, un auto, un estero,
un sillón, un cuadro, un collar,
nada importa mas, ni el dinero,
cuando a la familia hay que cuidar.
Porque hubo que dejarlo todo,
aunque en realidad no se dejo nada,
con musica country de fondo,
Gomez Palacio esperaba.