Pendientes

Dormir es imposible con pendientes,
es como dormir bajo el agua,
solo te volteas de un lado a otro, mientes.

Prefiero sentarme tres horas y terminar,
para tener mas espacio mental,
menos preocupaciones y meditaciones,
mas relajación y abrazos de mis amores.

Mi pequeño ya se quedo dormido,
junto con su mamá abrazado,
aquí su papá ha enloquecido,
de triunfo de lo que ha codificado.

La Envidia es Mala

La envidia es mala en todas sus presentaciones,
nos seca por dentro hasta mostrar nuestras raíces,
nos revuelca por dentro de malicia y agita emociones.

Nos hace sentir inconforme de lo que tenemos,
nos convierte de jóvenes a viejos,
nos incita, nos provoca y nos hace echar fuego.

Hay que dejar ir, hay que ser nosotros,
hay que apreciar al del espejo,
y no sentir ningún desahogo,
al decir “Yo no tengo tampoco”.

Dejemos que los Perros Duerman

Dejemos que los perros duerman,
ellos no saben que pensamos,
lo que nos agobia y nos estresa,
lo que nos inquieta, lo que anhelamos.

La vida es solo jugar, comer y esperar,
mirar con curiosidad las cosas,
no tener miedo y la adversidad sobrellevar.

Nosotros tenemos ese don maldito,
el de meditar y reflexionar,
que nos bombardea con imágenes y dichos,
y otro detestable poster motivacional.

Mordida al Mundo

Le di una mordida al mundo,
y me dijo que mi antivirus se iba a vencer,
bebí del agua del mundo,
y me dijo sin cuerpo de modelo nadie me iba a querer.

Le di una mordida al mundo,
y me ofreció un seguro de vida incluido,
bebí del agua del mundo,
y me dijo que el cuarto en renta era compartido.

Le di una mordida al mundo,
y me dijo que no incluía baterías,
bebí del agua del mundo,
y me pregunto que si etiquetar a mis amigos quería.

Le di una mordida al mundo,
y me dijo que no abría los Domingos.
bebí del agua del mundo,
y me dijo que beber champagne es de finos.

Le di una mordida al mundo,
y me dijo que sabe todo lo que quiero ser,
bebí del agua del mundo,
y deje el resto del plato para salir al amanecer.

Escéptico

Soy cliente frecuente del escepticismo,
simples preguntas de todos los días,
que todos en algún momento dijimos.

Ese momento vino y se fue,
porque lo dejamos en la niñez:
¿Quién? ¿Cómo? ¿Cuando? ¿Dónde? y ¿Por Qué?

Nunca es demasiado tarde,
para reevaluar lo que sabemos,
el conocimiento no hace esperarse,
es hora de que la venda levantemos.