Escribiendo bajo la influencia: Rachmaninoff

¿Quien me aseguro que ella siempre estaría aquí?
S ahora la veo partir en esta tarde larga,
y me quedo aquí sin saber donde postrarme, como salir.

Tal vez en la iglesia me reciban,
eso si Dios no salio a comer,
o anda bendiciendo a las Merovingias.

Ya no hay frijolitos en mi maceta,
nuestro amor fue solo un experimento,
me he quedado sin derecha ni izquierda,
solo frio y pudor en mi alma siento.

El frasco vacante me dice que es pobre,
que se agotaros nuestros ahorros de París,
sigue mendigando lo que Dios en mi corazón pone,
y yo a Dios le ruego: ¿Por que no me sacas de aqui?

Ella parece no haber tenido una llegada,
como que siempre estuvo ahí,
mirándome, esperándome, cortejándome,
como si yo fuera un pajarito que no deja salir.

Treinta y siete

Los meses pasaron de ser agua a ser gel,
pues ya lo ves ayer nos hacíamos novios,
y hoy pronto seras mi mujer.

Pronto me adueño de tus temores,
de tus encantos de tus emociones,
de tu delicadeza y tu sencillez.

Pronto tus ángeles y mis demonios,
mis luces y tus sombras,
tus desiertos y mis arroyos,
dormirán bajo la misma colcha.

Escribiendo bajo la influencia: Bach

Hoy volveré por ti a través del valle bajo,
te sostendré en mis brazos otra vez,
como sostienes la cartas que te mando,
y seras feliz yo se, sin preguntar ¿Por Qué?

De lo que venga cuando solo estemos tu y yo,
la casa en el lago, los botes rentados y un pez,
no te preocupes si estaremos viejos o alados,
solo que juntos haremos nuestros mundos florecer.

El jardín de las moras es tu favorito también,
como la flota de cisnes en el parque,
como el buque en el que un día zarpé.

Yo prefiero el estudio, la música, el arte,
aunque también me gusta ensuciarme,
de grasa, lodo y tierra aunque me regañes.

La fiesta esta lista desde la tarde,
los invitados están por llegar,
ser anfitrión es mi parte,
tratare te lo juro de no bostezar.

Hablan de donde estuvimos,
de como crecimos y progresamos,
yo trato de hablar de las estatuas,
la guitarra me traes y me dices “Canta”.

Los ortodoxos

Busco la melancolía de la noche,
como los murciélagos la oscuridad,
nadie me contempla, nadie me oye.

Solo con falta de luz tengo inspiración,
mientras todos duermen en una laguna,
llena de sueños de riqueza o de pasión,
mi ilusión es solo escribir frase alguna.

Anda cuenta mis palabras narciso o narcisa,
ya sabes que no me importan los números,
el orden, el ministro, los ortodoxos o el clima.

Sociedad de poetas mal pagados II

Este poema va para ti, el poeta Pulitzer desconocido,
que escribes para ti mismo, con ambición,
sin ningún tipo de altruismo, amor o dinamismo.

Crees que en cuanto publiques algo,
todos correremos a hurtarlo,
pero tu talento es tan flaco,
que ni quieres mostrarlo.

A nadie le dices que escribes,
y tienes tu blog resguardado,
aseguras que construyes esfinges,
y un día el mundo las habrá mirado.