En el calor de tu cuerpo,
en cada pliegue de calor,
donde hundo mi mano.
Donde puedo guardar,
desaparecer y ahuyentar,
mis preocupaciones.
Ahí se hace una y nada,
mi pendiente de tu dolor,
de que me faltes,
volcán lleno de lava.
Y si en el ultimo paso,
el ultimo beso,
te acuerdas de mi,
da uno hacia atrás.
Eres de nosotros.