Cada que te cercas al centro de mi,
te quedas en mi mente,
como una fragancia, un frenesí.
Vuelve a reproducir en mi cabeza la película,
de lo que dices, de lo que sentí,
es de pronto una sensación súbita,
que no quiero que te vuelvas a ir.
Sentir esto cada mañana,
cada noche como cascada,
fluyendo a través de mi,
pasión que quiere salir.
Estoy nervioso cada que te veo,
y se que podre besarte a mi manera,
por que eres lo que quiero,
mi doncella, mi muñeca.
Eres tan pura y recatada,
que me falta monóculo y guante,
con mi novia tan refinada,
somos los dos tan elegantes.
Hay que cambiar un poco,
para mantener fresca la vida,
como a la piña le ponemos coco,
para hacer la mas rica bebida.
Nuestro mes treinta y tres,
nadie entiende por que contamos,
en vez de esperar solo cada año.
El amor aprendan, se renueva,
se recuerda, cuando hay memoria,
se rellena, como agua de cántaro.
Una cena solo tu y yo,
te he robado de un “No”,
lo torcí hasta hacerlo un “Si”
hoy solo un momento, eres para mi.
Cuando hablamos de nosotros,
nadie pierde ni gana,
crecemos los dos.
Un regreso a las raíces,
la iglesia que nos vio salir,
viejos amigos felices,
nos saludan al sonreír.
No somos jarabe de pico,
no suelten sus cámaras,
que acabamos de llegar.
Tu, mi novia,
elegante, sensual,
industriosa.
Reza por mi,
rezale a tu Dios,
sea Zeus o Rabí.
La vida es,
lo que no era,
hace dos semanas.
Es trabajo que sostiene,
ahora todo el fuerte.
Es procurar amigos,
que han desaparecido.
Es arreglar tus joyas,
aunque me queme un dedo.
Es contar los segundos,
hasta estar en la misma casa.