Siete rosas puse en tus manos,
mi numero favorito es el tres,
tu numero es el cuatro,
juntos suman siete lo ves.
Comparemos cicatrices,
solo las superficiales,
las de adentro ya no existen,
solo raspones, no fueron letales.
Una platica de hombre a hombre,
tu como hija no necesitas nada,
pero con solo decir mi nombre,
veras lo imposible hacerse una realidad alada.
Dos palabras magicas,
cuando me dices “estoy contigo”,
una sensacion fantastica,
cuanto te oigo decir “eres mio”.