Es hora de vender mis juguetes,
ya no soy ese niño,
que no sabía lo que quiere,
ni había fijado destino.
Regresaran al mundo que los hizo,
para brindar alegría otra vez,
a muchas millas de camino.
Antes me interesaban otros mundos,
fantásticos y tridimensionales,
ahora pertenezco al tuyo,
donde logro impactos reales.