Las pinturas de la catedral,
me llaman para cobrar vida,
antes solo las habria de imaginar,
hoy veo como los cuadros dorados brillan,
Una virgen morena,
otra virgen casi rubia,
pintenla como sea,
madre solo hay una.
La casa de Dios es grande,
todos somos pequeñitos,
perdidos en los pasillos,
en esparcidos enjambres.