¿Y que me dices tú?
que me miras en la nieve,
si cae agua, o llueve.
Me sigo quitando la ropa,
me quedo al descubierto,
suelto mas lento la sopa,
por las noches despierto.
El refugio en las piedras,
¡Ya va a nacer! ¡Ya va a nacer!
lo va a hacer afuera,
y ustedes ya se van a meter.
Huellas de lobos en la nieve,
siguen el olor de un venado,
que ha podido perderse.
Los locales están encerrados,
los caballos están inquietos,
la madera sigue quemando,
los perros andan sueltos.
Un extranjero cabalga en el frio,
entre la niebla sin un rumbo,
no puede perdonarse a si mismo,
ya no puede con aquel yugo.
El aire congela los huesos,
el aliento del caballo,
le aloca los sesos.
“Cabalga de regreso”,
le dicen un espíritu,
“Regresa, te espero”.
Desperte con una sonrisa,
con ganas de besarte,
de adorarte todo el dia.
Eres tu mi amor,
quien me complace.
quien con su calor,
tan feliz me hace.
La nieve me abrazo,
dejandome incauto,
regresare a tu lado.