Un centenar de libros en mi memoria,
historias que no he vivido,
pero experimentado su gloria.
Me faltan aun novecientos,
según leí en mis metas,
escritas en aquellos momentos,
en los que apenas me conocias.
Un centenar de libros en mi memoria,
historias que no he vivido,
pero experimentado su gloria.
Me faltan aun novecientos,
según leí en mis metas,
escritas en aquellos momentos,
en los que apenas me conocias.
Hace tres años te vi por primera vez,
el yo que tu nunca conociste murió ese día,
por que siempre haz conocido un yo que muere por saber,
si me amas, donde estas, que haces y que dirías.
El tiempo va corriendo,
y nos lleva en brazos,
nuestro fuego prendiendo,
vivos en nuestras brasas.
Tomame como un café,
cuando sientas frio,
yo te he amado y te esperare,
si vuelves conmigo.
Me gusta que te veas tan mexicana,
con tu risa tus aretes,
con tu ceja despreocupada.
Salones y mesas,
luces y fiestas,
luces y barras,
vasos y jarras.
Recepciones y piso de baile,
estacionamiento y un sastre,
pantalla de proyección,
latidos de la emoción.
Negro y blanco,
no somos tan diferentes,
como nos han pintado.
Te pones nerviosa,
te pones a temblar
pondré buena música,
para poderte relajar.
Tu toque mágico,
morena de ensueño,
el amor básico,
es el de tu cuerpo.
Somos para el otro,
eres de mi y yo de ti,
mi chica de oro.
Un show solo para ti,
en mudo y sin sonido,
pero un deleite sin fin.
P: Como te odio te quiero aqui!
Quedate con el antojo,
anticipacion y gans de saborearme a mi.