Lunes, estas tan ocupada,
tantos quehaceres,
hasta de madrugada.
Solamente para comer,
me dejas un espacio,
que sorpresa vas a ver,
que a ti es quien comeré.
Bajo los árboles y el Sol,
el sudor y la piel,
fluyen alrededor.
Gritos mudos en el cristal,
tiembla la tierra,
los cielos y el mar.
Te doy mis energías,
para que luches,
y termines el día.
Porque hoy mismo me voy,
me alejo de ti, vida mía.
Domingo de limpieza,
regresa la patrona,
y en acomodar piensa.
Lavar la ropa,
acomodar la sala,
la casa estaba sola,
y la tierra la arrasa.
Mama no llama,
no sé donde esta,
mientras voy con papa,
que acaba de regresar.
Herencia del abuelo,
cosas de hombres,
que nosotros entenderemos.
Un reloj de lujo,
unos rastrillos nuevos,
son cosas que tuvo,
y ahora usaremos.
No éramos tan diferentes,
el ya se fue muy lejos para siempre,
pero se queda en notros,
en nuestros corazones y mentes.
Siete quinceañeras de blanco,
en la iglesia llena de gente,
todas sentadas y rezando.
Amor estas del lado equivocado,
mi corazón esta chueco,
porque no vas en el izquierdo,
sino en el derecho.
Afuera de la casa peleamos,
te quedas seria y me miras,
y porque no nos besamos,
sollozando suspiras.
Una larga espera,
labor de convencimiento,
me voy o te quedas,
solo mas un momento.
Olvidados los problemas,
nos unimos en la pista,
solo colores y otros temas,
improvisamos y nos da risa.
Grandes obras de arte,
desarrollas con tus manos,
acuarelas haz de pintarte,
mientras lejos te extraño.
A donde se fue la sala,
hay sillones desaparecidos,
en esos donde me besabas,
sentados y a apenas conocidos.
Vestida de verde ya cansada,
haz estado mucho afuera,
y estas muy asoleada.
Silencio total,
siento enloquecer,
necesito amar,
necesito querer.
Quiero que me veas,
que me sientas,
que en mi te pierdas.