Boca arriba con mi abuelo,
aquí en su cama estoy,
donde sus últimos días recuerdo.
Como necesito hablar con él,
y pedirle su opinión,
siento que voy a enloquecer.
Primo ya tampoco estas,
a quien le hablo,
solo te puedo pensar.
Me gustaría estar contigo en un café,
pero por el momento no quiero problemas,
no quiero llegar y me lo nieguen también.