Doce Manos

Le miré ahí acostado,
espere a que me viera,
con ojos sellados.

Estabamos los dos solos,
cuando me dí la vuelta,
era su madre en sollozos,
trágame ahora tierra.

Me senté en soledad,
esperando que llegaras,
pensé en mi mortalidad,
y en mi preciosa amada.

Pidieron doce manos,
para ayudar a cargarlo,
lo tomé con mis brazos,
una ultima vez llevarlo.

En misa nada es real,
solo un mal recuerdo,
una extraña señal.

Te miro por fin,
un poco lejos,
tu corazón aquí.

Abrázame y borra,
esto que me duele,
quedate conmigo ahora,
yo seré el que te lleve.