Esqueletos

Estaba parado en la calle,
el viento no soplaba,
y no había nadie.

De pronto vi un esqueleto,
libre de carne y cabellos,
sentado muy derecho.

Dos esqueletos caminaban,
tomados de la mano,
los huesos entrelazaban.

Tres esqueletos discutían,
otro pequeño jugaba.

Un esqueleto frustrado,
gritaba que lo discriminaban,
porque su piel era negra,
y todos tenemos los huesos blancos.

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