Oigo Tus Pasos

Tal vez un trastorno del corazón,
pero no un cambio de personalidad,
quizá es el tren en la estación,
que me lleve a tu familiaridad.

Entre fotos de lágrimas,
escondes una que nadie ve,
una en la que sonreías,
en la cámara tu sonrisa sin querer.

Pasas el tiempo pidiendo perdón,
para decir que no eres tu,
la que odia con fervor,
no tus labios que dicen apaga la luz.

El pasillo esta vacío,
oigo tus pasos,
¿a donde vas en silencio?,
boca cerrada, abres los ojos.

No más lágrimas amiga,
que nos tienes a nosotros,
lejos, casi en otra galaxia,
pero te escuchamos todos.

Para Florencia “Sen” Sartirana